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martes, 9 de junio de 2020

“Salud, educación y trabajo”


Los pobres de la ciudad y el campo son los más golpeados por la crisis: según el IEP, el 78% de peruanos ha sido afectado en su alimentación; en los niveles socioeconómicos D/E el 87% ha tenido menos comida, un 85% perdió calidad en sus alimentos y un 55% no tuvo qué comer en algún momento. Además, más de 2 millones de agricultores aún no reciben ayuda económica, poniéndose en peligro la próxima campaña agrícola, afectando así la seguridad alimentaria de nuestro país.
A nivel nacional el 12% carece del servicio de agua y el 28% lo tiene solo por horas; exponiéndose a millones de compatriotas a contraer más fácilmente el coronavirus dadas las limitaciones para lavarse las manos con agua y jabón, siendo prioritario garantizar la alimentación y la salud pública y combatir también el dengue, la anemia y la desnutrición.
Resulta esencial avanzar en la reconstrucción del sistema de salud pública, sin someterse a los intereses de monopolios/oligopolios privados (boticas, oxígeno medicinal, clínicas, etc.); facilitado porque organismos como SUSALUD e INDECOPI, al igual que OSIPTEL (telefonía) y OSINERGMIN (energía) están pintados en la pared, callando en momentos decisivos y sirviendo a los intereses de la KONFIEP. Lo ocurrido en las clínicas privadas (conocidas por sacar “un ojo de la cara”) linda con lo delincuencial y el Gobierno con ellas no se mete sino se somete: deben ser sancionadas y devolver el dinero que no debieron cobrar.
El estudio efectuado por el IEP constata que el 31% (sectores D/E y el campo) no tiene acceso a Internet, excluyéndosele de la educación virtual y el teletrabajo, acentuando la desigualdad; motivo por el cual urge invertir en fibra óptica y en el acceso a las TICs; considerando que lo digital es cada vez más importante.
Asimismo, el Gobierno debe tomar la decisión de entregar un Ingreso Básico Universal durante un periodo mínimo de tres meses; y cambiar la prioridad del Programa “Reactiva Perú”, enfatizando en la micro y pequeña empresa, contribuyendo a reactivar la economía con trabajo para la gente. Simultáneamente, persistir en la lucha anticorrupción, con participación y vigilancia ciudadana. Así haremos Patria, que es opuesto al entreguismo.
Recordemos, con Eduardo Galeano: “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”. ¡Atrevámonos!
Por Roberto Rodríguez Rabanal

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