Vistas de página en total

miércoles, 15 de abril de 2020

UNA MUTACIÓN NO DEMOCRÁTICA


En la pandemia se han difundido diversos términos que ya son de uso universal, uno de ellos, el paciente cero; primer paciente infectado e hilo de seguimiento para otros posibles contagiados. Los acontecimientos políticos, económicos, sociales y sanitarios, suscitados en el actual escenario del coronavirus también tiene un punto cero; un antecedente, una realidad o una explicación.

Es decir, entramos a la pandemia con tendencias objetivas y una correlación de fuerzas claramente definida; adicionalmente actores poderosos por un lado, débiles y desempoderados por el otro. Martín Vizcarra, dijo en su sexto mensaje el 21 de marzo que esta situación era una guerra. Pues bien, en esta guerra no todos tienen las mismas armas para defenderse; incluso un buen sector, el más desprotegido, no tiene más armas que su deseo de vivir, en realidad sobrevivir a esta coyuntura extraordinaria.

La decisión de iniciar la cuarentena en el Perú el 16 de marzo, anunciada por el propio Vizcarra horas antes, no tuvo nada de originalidad, menos de proeza estratégica como pretenden hacer suponer algunos medios internacionales como la BBC Mundo, Venezuela y Ecuador con distintos resultados comenzaron la cuarentena ese día, en México se adelantaron las vacaciones escolares días antes y en Colombia se suspendieron las clases el 14 de marzo en todos los niveles, después tomarían medidas adicionales.

La pandemia no ha modificado la esencia de sus protagonistas, ni las posiciones de clase, menos los sacrosantos intereses políticos y económicos de los dueños del Perú. No tenía, no podía ser de otra manera. La historia de la lucha de clases de la humanidad está llena de ejemplos al respecto.
Al contrario sectores políticos conjuntamente con grupos empresariales en el Perú han aprovechado las circunstancias tan complicadas, el miedo y la incertidumbre de la gente para alcanzar beneficios, algunos de ellos bajo sospecha de corrupción. Recordamos el asombroso costo de mascarillas de 4.3 millones de soles y las denuncias de compras irregulares en varios hospitales del ministerio de salud.
La gestión gubernamental del coronavirus ha significado un “olvido” de las organizaciones sociales en este proceso, de tal manera que el comportamiento oficial se desenvuelve como si las mismas no existieran, sin convocarlas, sin consultarles, sin ni siquiera mencionarlas. Cero democracia.

El gobierno conformó un llamado comando para atender el Covid19 presidido por una ex ministra de los regímenes de Toledo y Alán García, a su vez este designó a dedo comandos regionales y varios de ellos encabezados por generales del ejército. Los gobernadores del macro región sur del Perú (6) emitieron un comunicado lamentando estos hechos, muy lejos de ser democráticos.
Se pretende hacernos ver a los militares como los salvadores de la crisis sanitaria, hace unas horas se estableció el programa “Te cuido Perú” con la finalidad de vigilar a infectados de coronavirus que permanecen en sus viviendas y a las personas que habitan en ellas.¿ Quién dirige el Programa? el Ministerio de defensa, el ministro del área acaba de informar que los representantes de los otros sectores serán apoyo. Tenemos a militares reemplazando a civiles y a un gobierno cediendo funciones.

Una perla adicional, ahora en el ámbito del trabajo, es el reciente Decreto de Urgencia 038 en el cual se regula la suspensión perfecta de labores, que significa se suspende la obligación del trabajador de prestar servicios; asimismo la obligación del empleador del pago, manteniendo el vínculo laboral. Por supuesto en el ordenamiento legal peruano esta figura la activa sin mayor remedio el empleador. Hemos leído argumentos de importantes funcionarios que debemos cuidar al trabajador pero que más importante es el puesto de trabajo. Mezquindad, lógica neoliberal. Otra vez el costo más alto de la crisis la pagan los trabajadores. Evidentemente esto no puede ser democracia.

UNA VISIÓN, UN CAMINO
Es un mandato revolucionario transformar el mundo, el país. Es una tarea ineludible forjar conciencia, superar las condiciones de estas circunstancias críticas del coronavirus; afirmando una conciencia que entienda los problemas de fondo, el punto cero, el camino del Nuevo Curso hacia el socialismo y por consecuencia la organización a la altura de cumplir esta voluntad emancipadora, asumiendo consecuentemente el legado del Amauta José Carlos Mariátegui.

Por: Eleazar Briceño

No hay comentarios:

Publicar un comentario