La muerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, continúa generando polémica. Mientras el líder aún no es enterrado en su patria, en Lima uno de los periodistas más destacados opina sobre lo que significó para el país caribeño, que tiene toda una historia de muerte y corrupción a lo largo de su vida republicana.
“La muerte de Hugo Chávez le sienta bien a la derecha nacional. Pero también a la internacional. –Uno menos- deben haber dicho en la Casa Blanca”, indica César Hildebrandt en el semanario En Sus Trece.
Para el hombre de prensa, Chávez era un “Trotsky de mimeógrafo”, entre otras cosas, “pero era hijo de la decadencia democrática de Venezuela”.
“Chávez no fue una abrupta pesadilla. Fue construido tras el sueño despilfarrado de una democracia incapaz de destruir pobrezas y groseras desigualdades”, agregó.
En otro punto de sus páginas de opinión, Hildebrandt dice que Chávez “fue el único latinoamericano de estos últimos tiempos que llamó a algunas cosas por su nombre (“ladrón de siete suelas” a Alan García) y tuvo el coraje de enfrentarse al sórdido imperialismo de los Estados Unidos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario