Confieso que me duele profundamente referirme a Pepe, al MAESTRO y dirigente magisterial y político José Dámaso Ramos Bosmediano, al Ex Secretario General del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú-SUTEP (en dos oportunidades), y Miembro de la Red Social para la Escuela Pública (Red SEPA) con sede en Canadá, cuando su cuerpo ha dejado de latir el 24 de diciembre último y yace en un ataúd, cubierto de tierra.
Pepe ha dejado estar con nosotros, físicamente, el pasado 24 de diciembre, cuando nos aprestábamos a reunirnos con la familia, a sentarnos a la mesa, a degustar la cena pascual, a hacer recuerdos, evocaciones, a pasar cuenta y sentir la presencia y ausencia de los seres queridos, de los dilectos amigos; en fin, de quienes su afecto, su ternura, su credo matinal, su inmensa humanidad y compañía nos da seguridad, confianza y disposición para avanzar y elevarnos como el Amazonas y su exuberante selva abrazando al hombre para SER MAS, para SER MEJOR. Y quien estuvo ausente y no llegó aquella noche triste, honda, universal y significativa fue Pepe. La poderosa muerte nos había arrebatado, aumentando la gran ausencia de quienes no tienen ni mesa ni cena en esa noche, ni hogar, ni casa, ni patria y viven como ajenos en su propio país. Estos son asuntos pendientes de arreglar por los que también Pepe combatió como guerrero espartano, insobornable, indoblegable, buscando ser MÁS, siempre MÁS, para “FORJAR LA GRAN UNIDAD PARA EL GRAN CAMBIO“.
Es indeseable y penoso la muerte de un amigo entrañable, de un hermano del alma y camarada ejemplar, con quien tuve el honor de compartír, la mitad de mi vida, ideales, sueños y esperanzas, dificultades, derrotas y sobre todo un serio compromiso de lucha profesional, gremial, político y profundamente humano.
No soy biógrafo para referirme en amplitud la vida de nuestro querido Pepe Ramos. Tampoco es mi intención despertar sentimentalismos ni apreciaciones exageradas de lo que fue cuando él recorría el Perú, incansable y persistente, sembrando ideas, conociendo en profundidad los pueblos de su patria, elaborando valoraciones y juicios sobre este país al que tanto quiso y le alegraba sus grandezas y dolía en el alma sus tristezas y carencias, sus derrotas, frustraciones y traiciones.
Deseo, queridos amigos, compatriotas, maestros y jóvenes, obreros y campesinos, pobladores hacer de este póstumo homenaje un reconocimiento y compromiso con el legado que día a día, nuestro gran y querido Pepe, fue construyendo, entregado como siempre a prefigurar al hombre y ciudadano del futuro, cuyo flamígero mensaje, la claridad de sus ideas, su resplandeciente pensamiento nos iluminan para transitar con más fuerza y coraje por los caminos de la vida y de la lucha. Su inmáculo comportamiento de profesor y dirigente magisterial tuvieron el aliento, la fuerza vital, el espíritu innovador de aquel Gran Maestro José Antonio Encinas, quien afirmaba que ser maestro es ante todo ser un dirigente. Y Pepe lo supo ser.
La vida de Pepe me apresuro a resumirla en dos sustantivas y gigantes palabras: COMPROMISO y LUCHA con los pobres y explotados, con la justicia y la liberación de su pueblo, con la educación y cultura de los hombres de a pie, con la dignificación del magisterio, con el desarrollo y bienestar de este Loreto al que amó incondicionalmente, con plenitud, lealtad y sin dobleces, poniendo por delante la transparencia humana, la luz y la belleza, con el Socialismo, como sistema social sustitutorio del capitalismo, por el que siempre luchó y dedicó su vida entera.
A qué legado, me refiero: Al compromiso que asumió con el pueblo, la patria y el socialismo, con sencillez, humildad y modestia, pero también con profunda pasión revolucionaria, con capacidad y firmeza inconfundibles y con una claridad de objetivos y propósitos de los que nunca se alejó.
José Dámaso Ramos Bosmediano fue ante todo un ser humano lleno de ternura, sensible, amoroso, culto, correcto, jovial, honesto, generoso, muy sensible a las palpitaciones de su época, jamás se arrimó a la componenda, al acomodo al trapicheo, a la oscuridad de las pasiones y podredumbre humana. La ideología socialista que abrazó, la desarrolló y recreó en incesante búsqueda de la buena vida, de la felicidad humana.
Quizás fue así porque surgió de la doliente pobreza y exclusión que caracterizaron su infancia y adolescencia, vivida en aislados y recónditos caseríos afincados en las riberas de los ríos amazónicos. Compartió con nobleza y generosidad la pobreza de la gente, sus enfermedades, sus limitaciones. Y nunca se olvidó de ello. Al contrario, fue el mejor aliciente que embelleció su vida para hacerse el auténtico líder y dirigente. Nacido el 29 de julio de 1942, en el pueblo denominado Pobre Alegre, un raleado conjunto de chozas, ubicado a orillas del Bajo Ucayali, del distrito de Sarayacu, Provincia de Ucayali. Allí aprendió a ser un eximio nadador, se nutrió con el aroma, frescura y verdor de los bosques, con el vaho de las grandes inundaciones que acechaban y continúan, año tras año, anegando los pueblos de esta parte del Perú; allí estudió sus primeros años, bajo el cuidado de su Madre, quien fue su primera maestra. Luego, la recordada Escuela Vocacional 201 de Contamana le abrigó y modeló durante sus tres últimos años de Educación Primaria. Por falta de recursos tuvo que trabajar como jornalero en la hacienda Lisboa hasta los 17 años, para después trasladarse a estudiar como “cachimbo” en la legendaria ciudad de Requena, también conocida como “Atenas del Ucayali”, concluyendo con Premio de Excelencia su 1er. Año de Secundaria. La necesidad de continuar estudiando le llevó a establecer su modesta morada en la Perla del Huallaga, Yurimaguas; matriculándose en el Colegio Nacional “Atanasio Jáuregui”, donde culmina sus estudios secundarios también galardonado con el Premio de Excelencia, que le posibilitó su ingreso libre, sin exámenes, en la Universidad Nacional de Trujillo, en la que se graduó como profesor de Filosofía y Ciencias Sociales, con su Tesis “Los Fundamentos de la Pedagogía de Paulo Freire. Siendo alumno del 4to. y 5to. años de ese Colegio, en reconocimiento a su capacidad y dedicación, le brindaron la oportunidad de trabajar allí como docente.
Como profesor y luchador social siempre destacó en las históricas gestas del pueblo yurimagüino y loretano, desde los Frentes de Defensa que el contribuyó a constituirlos . En el magisterio pronto destacó y se hizo reconocer como un serio y capaz dirigente desde los albores del SUTEP. Sembró grandes ideas en la mente de los trabajadores, de la juventud y siempre con los maestros, nunca contra los maestros. Su actividad principal fue la de cumplir su misión como un maestro vital, soñador, crítico e integral. Lucho titánicamente, con las masas magisteriales desde el combativo y combatido SUTEP para que el maestro peruano fuera profesionalmente capaz, culturalmente amplio, laboralmente reivindicado, éticamente digno y plenamente humano. Cuando se refería a la administración pública nos decía con la mayor seguridad y sencillez que es ineficiente, corrupta y caótica. Empedernido y aplicado lector, autodidacta inconfundible, siempre se le encontraba con un libro leyendo y releyendo las ideas esenciales, no se doblegó en ningún momento ante la influencia frívola, trivial, diversionista y hasta embrutecedora de la televisión y los modernos medios de comunicación y manipulación de masas. Siempre enseño, sabiendo lo que enseña, entregando lo mejor de su capacidad y esfuerzos a la educación de su pueblo, forjando juventudes, enseñando a los trabajadores a ser dignos y defender las causas más nobles y elevadas. Maestro entusiasta, optimista del futuro, defendió hasta el día de su muerte la educación pública, gratuita, universal y de calidad. Investigador y analítico de los hechos y fenómenos políticos, sociales, culturales de su país, con propuestas y alternativas a los problemas que se le presentaban. Prestigioso conferencista de temas educativos, culturales y políticos Fue un referente intelectual muy sólido en el magisterio. Asumió con solvencia, dedicación y profesionalismo importantes responsabilidades gremiales y políticas dentro y fuera del país, conduciendo las luchas magisteriales en el combate contra la dictadura militar y el fujimorato, conquistando significativas reivindicaciones como la Ley del Profesorado y la derrota a los dos primeros intentos de privatización de la educación. La Municipalización de la Educación sufrió su total derrota, gracias a su tenaz e inclaudicable lucha junto a los maestros peruanos. Continuador de la obra de Horacio en defensa de la unidad sindical clasista, combatiendo el anarquismo divisionista y aportó notablemente al prestigio y proyección internacional del SUTEP
Danilo Sánchez León, poeta de la identidad, de la ternura y de la vida, su hermano del alma, como se declara, nos ofrece sus palabras: “Vivió la vida como una oportunidad de realización en la conquista del bien y del ideal. Fue un apasionado animador de voluntades y espíritus, impulsando más allá el sentido del bien y del valor, de elevar la vida más adelante y hacia arriba, les da más aire para que su vuelo sea superior, les insufla de mayor valor. Supo establecer una admirable empatía con niños y jóvenes, basados indudablemente en el interés que despiertan sus lecciones y dotes y virtudes de maestro para hacerlos avanzar más allá y más lejos. Su vida fue regida por el altruismo, el anhelo del bien y de la justicia para con su pueblo, de quien se solidariza con aquellos que luchan por el bienestar colectivo; perteneció a aquellos seres amplios cordiales y generosos, quien marca en la educación el camino que hay que seguir , el rol social de la escuela, la educación con el rostro vuelto a la realidad, el de la escuela comprometida con la comunidad, a la cual se inserta y pertenece, quien piensa que el rol ineludible del maestro es el de ser un líder social, quien acoge la historia, la orienta y vela por ella ”.
Como político fue un militante de izquierda orgánico, solidario, íntegro, disciplinado, revolucionario, convicto y confeso, leal y jamás practicó el transfuguismo. Al neoliberalismo y a la privatización de la educación las combatió con la luz de sus ideas, de sus propuestas, de sus luchas, de su verbo sencillo y esclarecedor. Peregrinó el Perú por casi todos sus pueblos. Levantó en alto las banderas del sindicalismo clasista. Siempre estuvo al lado del cambio y del progreso. A Loreto lo amaba entrañablemente. Como hombre de izquierda militó en el UNIR, en la Izquierda Unida, en el MNI y en su Partido de siempre, el glorioso Partido Comunista del Perú Patria Roja, de quien fue uno de los principales y esclarecidos dirigentes de su Comité Central. Jamás se doblegó ante los ataques arteros, oportunismos y liquidacionismos de los enemigos que quisieron destruirlo. Siempre estuvo del lado de la Cuba Socialista, de China, Vietnam y Corea del Norte, con los países, naciones y pueblos que luchan por la liberación Nacional, la Democracia Popular y el Socialismo, con los pensadores más Avanzados de nuestra época, con Mariátegui como paradigma y fue muy amigo de los más grandes luchadores en defensa de la educación pública. Sirvió al pueblo de todo corazón, hasta en las circunstancias más difíciles. “¡Toda la vida y todas las fuerzas entregadas a lo más hermoso del mundo: a la lucha por la liberación de la humanidad!”.
Deja un GRAN OBRA INCONCLUSA. La poderosa muerte la traicionó. A Loreto lo conocía y amaba entrañablemente. Su historia, su geografía, su identidad, sus gestas y luchas, su literatura, costumbres, su gente, pueblos y comunidades más apartadas y distantes, a quienes siempre estuvo ligado, fueron su pan de cada día. Escribió mucho de él. Fue designado como nuestro Candidato a la Presidencia del Gobierno Regional de Loreto por el Frente Popular de Loreto. Esta es la obra que nos corresponde continuar, hacerla posible, dándole el sustento ideológico y político para fundirla y ennoblecerla con la realidad.
Siento en lo profundo de mi ser esta significativa ausencia de un maestro comunista, de un hombre cabal, de un luchador universal, de un amigo del alma. Nos han quemado una biblioteca cuando más necesitábamos su luz.
Tu legado se constituye en poderosa arma para seguir luchando para construir un mundo nuevo, una patria feliz para todos.
¡CON TU EJEMPLO VENCEREMOS! ¡GLORIA ETERNA!
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