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sábado, 1 de febrero de 2025

BOLUARTE MUEVE SUS PIEZAS: ¿hacia dónde va su gobierno?

 La política peruana se asemeja a un tablero de ajedrez donde las piezas se mueven no siempre por estrategia, sino por urgencia. En un nuevo capítulo de esta historia de cambios y reajustes, la presidenta Dina Boluarte ha realizado modificaciones en su gabinete ministerial, incorporando nuevos rostros en sectores clave como Economía y Finanzas, Mujer y Poblaciones Vulnerables, y Desarrollo e Inclusión Social.

José Salardi, Fanny Montellanos y Leslie Urteaga han jurado como nuevos titulares de estas carteras, en reemplazo de José Arista, Ángela Hernández Cajo y Julio Demartini, respectivamente. Sin embargo, más allá de los nombres y las ceremonias, la gran pregunta es: ¿estos cambios representan una verdadera transformación en la gestión gubernamental o solo un intento de aplacar la creciente desconfianza ciudadana?

El caso de Julio Demartini es especialmente llamativo. Su salida del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) se da en medio de investigaciones por presunta obstrucción a la justicia en el caso Qali Warma y la difusión de audios que insinúan un atentado en su contra. Su despedida estuvo marcada por un discurso en el que reivindicó su lucha contra la corrupción, pero que también dejó entrever las tensiones internas del gobierno.

Por otro lado, el nombramiento de José Salardi en el Ministerio de Economía y Finanzas llega en un momento crítico para el país, con una economía golpeada por la desaceleración y la falta de confianza del sector empresarial. Su experiencia será puesta a prueba en un contexto donde las expectativas de reactivación son altas, pero los resultados han sido escasos.

En el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Fanny Montellanos asume un reto importante en una cartera que requiere medidas urgentes para atender la crisis de violencia de género y la protección de los sectores más vulnerables de la sociedad. Su designación es una oportunidad para reforzar las políticas públicas en estas áreas, aunque el escepticismo sobre los cambios en el Ejecutivo persiste.

Las modificaciones en el gabinete han sido vistas por algunos sectores como insuficientes. Voces críticas, como la del exministro Alejandro Salas y el decano del Colegio de Abogados de Lima, Raúl Canelo, han señalado la necesidad de remover a otros ministros, como el titular del Interior, Juan José Santiváñez, y el de Justicia, Eduardo Arana, este último investigado por presunto tráfico de influencias en el caso "Los Cuellos Blancos del Puerto".

Mientras tanto, la presidenta Boluarte intenta recomponer la imagen de su gobierno en medio de un desgaste evidente. Si bien los cambios en el gabinete pueden interpretarse como un esfuerzo por darle un nuevo aire a su gestión, la verdadera prueba será demostrar que estas modificaciones no son sólo cosméticas, sino que traerán resultados concretos para el país.

La política es movimiento, pero no todo cambio garantiza una mejora. La ciudadanía sigue esperando más que nombres nuevos en el gabinete: espera decisiones firmes, estrategias efectivas y una verdadera voluntad de transformación. El ajedrez político continúa, pero la paciencia del pueblo tiene límites.

Por: CIP Ramírez Huerta

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