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viernes, 8 de junio de 2012

LOS QUE FUERON DERROTADOS EN LAS URNAS,SON HOY LOS DUEÑOS DEL GOBIERNO

Es ya una partida sin retorno. El gobierno del comandante Ollanta Humala se ha embarcado definitivamente en la vetusta nave neoliberal, dejando en la estacada promesas electorales que envejecieron prematuramente; frustrando el voto que desde las más recónditas zonas de la patria le dieran mandato de gobierno y negándose a sí mismo como portaestandarte de la reivindicaciones históricas de la mayoría de los peruanos. Sin temor al equivoco, podemos afirmar que el país vive la prolongación del modelo primario exportador, desnacionalizador y antidemocrático y que se desliza irremediablemente en la senda del autoritarismo y la violencia de Estado. Es trágico y paradójico: los que fueran derrotados ayer en las urnas por la lucha de una población anhelante de justicia social, son hoy los dueños del gobierno y del gobernante e imponen su dictadura económica; en tanto, que aquellos que labraron el triunfo y encumbraron al gobernante son objeto de represión y muerte por reclamar el cumplimiento de la palabra empeñada. Estamos, pues, notificados. Continuismo neoliberal y autoritarismo son ejes de la administración estatal, apenas apantallados por la llamadas “políticas inclusivas” que, como en todo esquema neoliberal, terminan a la larga en efímeras políticas asistencialistas. Planteamos:

1.- Una política estatal de dialogo, para prevenir, procesar y resolver conflictos sociales. La violencia social no es consecuencia automática del conflicto, sino principalmente de la inacción del estado, de su incapacidad o negativa a resolverlos, de su defensa intransigente de un modelo de desarrollo incompatible con la justicia social.

2.- Inmediata instalación del dialogo nacional, particularmente con Cajamarca y Cusco, a nivel del despacho de la Presidencia de la República como muestra de fomentar su cumplimiento.

3.- Nuestra solidaridad con los pueblos de Cajamarca y Cusco. Cese de toda política de amedrentamiento y represión, particularmente contra el Alcalde de Espinar Óscar Avelino Mollohuanca Cruz y el Presidente Regional de Cajamarca Gregorio Santos así como la libertad de los detenidos para facilitar el dialogo.

4.- Una nueva minería es posible. Que respete ciertamente el interés empresarial, pero no poniéndola por encima ni contra un desarrollo económico y social armónico, ecológicamente sustentable en el largo plazo, que no destruya las fuentes vitales de agua, que sea consecuencia de un proceso de reordenamiento territorial y zonificación económica y ecológica; que no se imponga por la fuerza combinada del gran capital y el estado reprimiendo violentamente a la población que demanda ser escuchada.

5.- La unidad de todos los sectores democráticos, progresistas, de izquierda para iniciar un real proceso de construcción de una plataforma alternativa al neoliberalismo, cuyas bases políticas y programáticas ya existen, pero requieren inmediata y decidida voluntad política.

Crecimiento sin desarrollo; modelo primario exportador sin justicia social ni ambiental; inexistencia de mercados internos articulados en beneficio de la gran empresa y los monopolios; no generación de empleo digno y suficiente; ampliación de las brechas económicas y sociales; inseguridad y corrupción; violencia social y política; autoritarismo… es la vida que el neoliberalismo nos impone.

Otro modelo es posible y necesario. Para ello la unidad es factor fundamental y decisivo.

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